Por donde pasa el agua,
a orillas de ese río, torrentera
que por buscar el mar nunca descansa,
remolino de espuma que no cesa.
Allí donde las ramas
desnudas del invierno se contemplan
y por besar un sueño que no alcanzan
se inclinan sobre el cauce con tristeza.
Por donde el tiempo abarca
pasado y soledad, donde la pena
fluye como la bruma en la mañana,
camino de otro mundo que la espera.
Allí donde descansa
la suavidad oculta de la piedra,
sujeto el corazón de los sillares
bajo el abrazo firme de la hiedra.
Allí donde no alcanza
la luz a iluminar tanta maleza,
por donde eternamente se derrama
la vida con un gesto de indolencia.
Allí, donde no estabas,
por donde reverdece la belleza
de la tierra inflexible que ignorabas.
Allí, a pesar de todo, te buscaba.
..........
Cristina Díez
2 comentarios:
Pues yo vine a buscar el poema donde dijiste y......estaba!; maravilloso como todos los de Cristina.
Rosa
Así es, Rosa, tiene la fortuna de hacer unos versos que al menos los demás podemos disfrutar. Gracias por tu comentario, un saludo especial.
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