31 de enero de 2007

El velero blanco

Desde que era niño siempre tuvo un sueño,
se lo dio un barquito hecho de papel,
y fue desde entonces que quiso ser dueño
de un velero blanco y bogar en él,
no por los paisajes de un mundo lejano
cubierto por islas de hermoso coral
él solo soñaba sentarse en su barco
y por una brisa dejarse llevar.
Al pasar el tiempo se quedó en un sueño
como tantos sueños, su sueño de mar
nunca dijo nada, pues siempre temía
que si alguien sabía se fuera a burlar.
Hoy que ya está viejo, y nadie le ofrece
por sus pocas fuerzas un trozo de pan,
agarra la silla, ésa que se mece,
y se va hasta el patio, buscando soñar;
en la vieja silla se siente en el barco,
cerrando los ojos escucha la mar
y hasta hay una brisa...
que baja a sus labios
olas muy pequeñas...
con sabor... a sal...
.............
Ramón de Almagro

23 de enero de 2007

Yo en el fondo del mar

En el fondo del mar
hay una casa de cristal.
A una avenida
de madréporas
da.
Un gran pez de oro,
a las cinco,
me viene a saludar.
Me trae
un rojo ramo
de flores de coral.
Duermo en una cama
un poco más azul
que el mar.
Un pulpo
me hace guiños
a través del cristal.
En el bosque verde
que me circunda
—din don... din dan—
se balancean y cantan
las sirenas
de nácar verdemar.
Y sobre mi cabeza
arden, en el crepúsculo,
las erizadas puntas
del mar.
.........
Alfonsina Stormi

19 de enero de 2007

Ser río sin peces

Ser de río sin peces, esto he sido.
Y revestida voy de espuma y hielo.
Ahogado y roto llevo todo el cielo
y el árbol se me entrega malherido.
A dos orillas del dolor uncido
va mi caudal a un mar de desconsuelo.
La garza de su estero es alto vuelo
y adiós y breve sol desvanecido.
Para morir sin canto, ciego, avanza
mordido de vacío y de añoranza.
Ay, pero a veces hondo y sosegado
se detiene bajo una sombra pura.
Se detiene y recibe la hermosura
con un leve temblor maravillado.
.............
Rosario Castellanos

16 de enero de 2007

En un lugar al sur

Es un lugar al sur, un lugar donde
la cal
amotinada desafia el mirar.
Donde viviste. Donde a veces en sueños
vives aún. El nombre empapado de agua
te escurre de la boca.
Por caminos de cabras descendías
a la playa, el mar batía
en aquellas piedras, en estas sílabas.
Los ojos se perdían ahogados
en el fulgor
del último o del primer día.
Era la perfección.
.........
Eugenio de Andrade

13 de enero de 2007

La ola

Eterna,
una pena en torno a la cual
florecen las ramas.
Eterna,
un viaje cuyos ojos
hunde el río en sus aguas.
Una ola me enseñó
que la luz de las estrellas,
el rostro de las nubes
y el gemido del polvo
son una sola flor...
.......
Ali Ahmad Said (Adonis)

Lluvia de mediodía

Larga quietud del aire
cernido por la lluvia:
la playa solitaria
se sumerge en la bruma.
LLuvia del mediodía,
lluéveme bien adentro
hasta lavar el alma,
purifica mi aliento,
cuerpo de la palabra;
escucharé la ola
para hablar con la sangre
que sube de la sombra
de los días sin nadie.
Ya se rasga la hora
por la paz de la playa:
un bando de gaviotas
va a posarse en el agua.
Aire del mediodía,
tú que abres mis ojos,
dime de dónde vienen
esos días sin rostro
que ahora me devuelves;
dime qué final cierto
con tu luz nos anuncias,
dónde nace el deseo
que no se sacia nunca.
...........
Miguel Martinón

9 de enero de 2007

Despedida del mar

Por más que intente al despedirme
guardarte entero en mi recinto
de soledad, por más que quiera
beber tus ojos infinitos,
tus largas tardes plateadas,
tu vasto gesto, gris y frío,
sé que al volver a tus orillas
nos sentiremos muy distintos.
Nunca jamás volveré a verte
con estos ojos que hoy te miro.
Este perfume de manzanas,
¿de dónde viene? ¡Oh sueño mío,
mar mío! ¡Fúndeme, despójame
de mi carne, de mi vestido
mortal! ¡Olvídame en la arena,
y sea yo también un hijo
más, un caudal de agua serena
que vuelve a ti, a su salino
nacimiento, a vivir tu vida
como el más triste de los ríos!
Ramos frescos de espuma... Barcas
soñolientas y vagas... Niños
rebañando la miel poniente
del sol... ¡Qué nuevo y fresco y limpio
el mundo...! Nace cada día
del mar, recorre los caminos
que rodean mi alma, y corre
a esconderse bajo el sombrío,
lúgubre aceite de la noche;
vuelve a su origen y principio.
¡Y que ahora tenga que dejarte
para emprender otro camino!...
Por más que intente al despedirme
llevar tu imagen, mar, conmigo;
por más que quiera traspasarte,
fijarte, exacto, en mis sentidos;
por más que busque tus cadenas
para negarme a mi destino,
yo sé que pronto estará rota
tu malla gris de tenues hilos.
Nunca jamás volveré a verte
con estos ojos que hoy te miro.
..........
José Hierro

5 de enero de 2007

Desnudos

Por el mar vendrán las flores del alba
(olas, olas llenas de azucenas blancas),
el gallo alzará su clarín de plata.
(¡Hoy! te diré yo tocándote el alma)
¡O, bajo los pinos, tu desnudez malva,
tus pies en la tierna yerba con escarcha,
tus cabellos verdes de estrellas mojadas!
(...Y tú me dirás huyendo: Mañana)
Levantará el gallo su clarín de llama,
y la aurora plena, cantando entre granas,
prenderá sus fuegos en las ramas blandas.
(¡Hoy! te diré yo tocándote el alma)
¡O, en el sol nacido, tus sienes doradas,
los ojos inmensos de tu cara maga,
evitando azules mis negras miradas!
(...Y tú me dirás huyendo: Mañana)
...........
Juan Ramón Jiménez